jueves, 30 de junio de 2011

Atemporal

Destrozamos el presente con un acto atemporal,
un impulso que se come el resto de conciencia
que decíamos tener;
pesa más el silencio que incita,
la noche húmeda que transpira ansia
mientras nos acercamos de a poco.

Todo es despacio, 
pensado sin pensar,
actuado sin ver,
                  para que no haya culpa ni arrepentimiento.

Y se caen los meses de un poste de luz,
acariciando la soledad de la plaza.
               Nos besamos.

Se conjugan los nombres en un suspiro que eclipsa el sol
y viene a llevarse la noche,
nuestra noche,
        sin que nos demos cuenta.

No hay comentarios: