lunes, 6 de junio de 2011

Labios cuajados

Giro sin gracia alrededor de su nombre,
esquivando silencios que quemen
y letras enfermas.
Caigo de golpe sobre la esquina de un beso,
tan errante y mezquino que me enojo
y grito olvidos fingidos.
Pero tengo la voz débil,
ahogada por el invierno que asoma
y promete soledades.
No me escucha, no me teme,
no se fija en mis labios cuajados 
por el frío asfixiante.
Ruedo hasta su cama,
pierdo armas y tropas
y quedo desnuda
                              de pie.
Ahora me ve
lee los gritos
esconde el egoísmo en un bolsillo roto
prende la luz 
me besa el estómago tembloroso.

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