No quiero tirar tus canciones,
esas que cantabas bajito para que sólo yo te escuche.
No quiero devolverte ni un beso,
porque los tengo apilados por toda la casa
y ahora son míos;
unos juntan polvo entre los libros,
otros me saludan cada mañana
y me invitan a recordarte
(yo trato de rehusarme, lo juro).
No quiero borrar los te quiero, te extraño,
olvidame, volvé...
Porque todo eso soy yo,
un experimento que te salió
mal o demasiado bien,
y ahora no podes desarmar.
Te necesito darling,
hoy más que siempre,
porque parece que el invierno
se instalo en mi cama
y no quiero temblar más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario