Te imaginé caminando entre árboles dorados y veredas crujientes. Pero en la ilusión no estabas solo, yo iba agarrada bien fuerte de tu mano, y cada tanto me apretabas los dedos con cariño.
Las cuadras se nos hacían eternas, pero íbamos pisoteando hojas y contándonos historias sin nudo. Frenábamos en las esquinas, mirando antes de cruzar que no pase ningún recuerdo revoltoso, de esos que te aplastan sin compasión. Nos vi perdernos en una esquina borrosa, y desaparecer.
Me desperté pensando en lo lindo que se sentía cuando me abrazabas, como sino pudiera romperme y fuera de una sola pieza. Me desperté escuchando tu voz en mi cabeza con una nitidez que me asustó, porque casi creí que de verdad estabas conmigo.
Y ahora, no puedo volver a dormir, porque no quiero olvidar mi sueño. Lo recuerdo, manoseo, grabo de forma indeleble en mi memoria. Sé que es falso, que no pasó... pero puede pasar. Todo depende de cómo nos traten los soles que vienen.
Hoy, después de varios meses, puedo decir que al fin me desperté. Estuve demasiado tiempo sumida en un sopor falso, provocado por analgésicos de olvido forzoso. Pero quiero recuperar la forma en que solía mirarte, la facilidad para darte una abrazo por qué sí, el te quiero sin vergüenza y a los ojos, lo que sea que una vez sentí".
No hay comentarios:
Publicar un comentario