jueves, 13 de octubre de 2011

Cerrar sesión

                                                                                                            A mis amigos
 y sus ventanitas titiladoras, 
parte dos. 
   
   Charla facultativa. Comentario del clima. Creo que hasta un poquito de "susto" porque ya es octubre y se nos viene todo encima. No sé por qué (de la nada absoluta) alguien dice love, y después se retracta, y después se quiere matar.
    No pasa nada, o ya pasará algo. La ventana no titila, se queda así un buen rato. Entonces salvo las papas con un JAJAJA (punto) y seguimos. Suena falso el dolor de cabeza, provocación la invitación al cine, celos la pregunta - al pasar- de "ese amigo tuyo". Pero seguimos, es más fácil, menos violento a los ojos y a la noche.
    Parciales. Salidas. Un cumple. De nuevo el silencio. De nuevo la palabra inoportuna. ¿Y ahora qué?  Inevitable. Así funcionan las cosas que uno no puede manejar, que juegan con las variables del tiempo y de la razón. Pasan los días, se piensa menos. Y todo termina en los dos discutiendo un futuro tan inestable como asquerosamente deseado.
   No sé que tendría que decir ahora. Mi verdad tiene la duda del primer encuentro, cuando te leí al pasar y me quedé hasta el punto final. Jugatela. Vos también. ¿Tanto te cuesta decirme?  Sí, la verdad que sí ( y no sabés cuánto).
   Cierro sesión. 
                 Cierro los ojos.
                                     
  

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