Esta noche es hora de entregar muchos besos
y darnos cuenta que, a veces, nos cuesta.
Perdón por los malos pensamientos
por la miradita y la mano abajo de la mesa.
Perdón por la noche que se estira
y el hambre que llega sin aviso.
Perdón.
Como siempre y como nunca te acaricio
para acercarte/condenarte un poquito más,
para desarmarte en un segundo
y escuchar tu silencio.
Como siempre te como,
como nunca te deseo,
como siempre te canso,
como nunca te quiero.
Perdón por los malos pensamientos
por el calor que te congela el instinto
y no te deja irte de mi espalda.
Perdón.
Pero me encanta.
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