¿Qué andarás haciendo?
Hace ya algún tiempo que no sé de vos (...)
Y sí, crease o no a veces me surge la duda. No sé si por simple curiosidad o interés estúpido, pero en noches como ésta, cuando la musiquita suena y no estás charlándome de cosas tontas, te extraño. Me pregunto, por ejemplo, si realmente estarás más tranquilo sin nuestras sesiones diarias, esas que duraban horas al teléfono y nos dejaban agotados. "Che" "¿Qué pasa?" "Tengo sueño" "Yo también", y seguíamos quince minutos más, hasta que alguno cortaba con un chau apurado.
Últimamente el algún tiempo me tiene bastante enojada, no me gusta la idea de la ausencia, más todavía cuando no hay límites concretos. Puedo extrañarte lo justo y necesario si sé cuando te voy a volver a ver, porque ya aprendí a dosificar mi necesidad. Pero esto de la desaparición, así nada más... la verdad no me sale.
Así que no me pidas que no te piense, que no te extrañe. Porque pasa el tiempo y sigo intentando encontrar respuestas mas o menos plausibles, más o menos satisfactorias para mi obsesiva cabecita. No hay caso, nunca nos voy a entender. Creo que sos muy complicado en tu sencillez, y yo cargo con la cruz del desastre, signada tal vez por un Cupido mala onda o un destino jodido.
Supongo que andarás leyendo esos cuentos raros, caminando mucho y siendo feliz. Ojala que sí. Yo me quedo pensando, simplemente, en que hace mucho no sé de vos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario