domingo, 10 de abril de 2011

So close

Bien cerquita de tu cuello suspiro soledades,
de esas que me atacan siempre que hace frío.
Y me quedo ahí disfrutando del calor,
de la ráfaga tibia que me seca los ojos mojados
mientras te miro.
Bien cerquita de tu boca busco el eco de tu piel,
pero me distraigo (con justa excusa)
cuando sonreís con sonrisa de mil soles,
que me despierta de la siesta impuesta
y el desvelo voluntario.
Tan cerquita de tu nombre se me olvida el mío,
pero soy más auténtica que nunca.
Y aunque no sepa bien qué decir o qué callar,
no me importa,
porque existe ese tiempo que me das
y ningún otro puede,
en el que todo es perfecto.

No hay comentarios: