Cuando sienta tu mano en mi espalda
yendo en picada y sin freno
no pienso quedarme en suspiros.
Por eso
no te asustes si te digo que te quiero,
no te pido que me digas yo también.
No te asustes y dame otro beso,
mientras jugamos a entender.
Cuando te vayas de mi madrugada
sin querer decir adiós,
yo tampoco lo pienso decir.
Por eso
no te asustes si te pido que te quedes,
sólo hazlo.
No te asustes y seamos sinceros,
nos enviciamos con caricias
y es tarde para alejarnos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario