"Hay un milagro por día en
la vida de los enamorados"
Marcel Proust
Podemos hablar de fe. Podemos decir que creemos. Podemos afirmar que hay algo más allá y más acá, que hay algo. Sí, podemos. Y cuando hagamos acto y palabra ese poder, anoche o pasado mañana, vivir va a ser fácil. Todos los días habrá un milagro.
Creo en vos, en tu mirada y el deseo,
en la eternidad de lo escrito,
en las idas y vueltas de tus dedos.
Creo en el sentido que no nos pertenece,
en esa estrella nuestra,
en esta casa amiga.
Creo, tengo fe,
fe en los milagros de todos los días.
Serán pequeños, invisibles, fugaces. Serán vistos simplemente por quien pueda ver. Serán razón de una tarde en la cama y té caliente. Serán esenciales. Serán un punto luminoso. Reales. Milagros. Serán.
Creo en vos, en mí,
en los dibujos a mano alzada,
en los abrazos desatanudos.
Creo en soltar los cuentos,
en dejarme llevar,
en hacerte feliz.
Creo, tengo fe,
fe en los amores que nunca mueren.
Serán pasionales, loquitos. Serán la felicidad al alcance de un beso. Serán tranquilidad, ojos cerrados, gemidos. Serán "que el amor nos haga" y mucho más. Serán como el nuestro.
Creo, tengo fe,
hay un milagro por día
en mi vida.
(Tenerte).
No hay comentarios:
Publicar un comentario