Se diluye
caliente
se desparrama.
Avanza en kilómetros por hora
y baches por arreglar.
Pide tiempo
y ganas
y fricción.
Contacto.
Se pierde en el cerro con aires de montaña,
se enfría de golpe en una punta detenida.
Y de pronto,
sin señal de aviso,
se arrodilla al borde de una cruz bien alta
anacrónica
de quién sabe qué muerto
de quién sabe qué historia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario