Doy vueltas en la cama, con las sábanas caídas y la luz apagada.
En cascada los pensamientos me ahogan, me consumen y se rien de mi seriedad.
( Tengo que aprender a razonar menos y sentir más).
Pero... cómo puedo callar las preguntas que nacen sin que las pueda matar,
no me explico cómo detener las dudas que causan desvelos,
las ideas peregrinas que me hacen soñar despierta con tus labios.
Y entonces, el silencio de mi habitación se corta por la lluvia traviesa,
que cae caprichosa y con fuerza sobre la ventana.
Me levanto tambaleando, envuelta en las sábanas y me siento a verla caer.
Somnolienta me pierdo en los dibujos sin forma que a su paso deja en el vidrio.
Pienso en cuan feliz me sentiría si estuvieras conmigo,
no te das una idea de mi necesidad.
No puedo dormir sin pensarte,
hasta hacerte tan real en la inconsciencia que a veces prefiero soñar.
hasta hacerte tan real en la inconsciencia que a veces prefiero soñar.
Sos adictivo, y deberías saberlo.
Vuelvo a la cama, me abrazo a tu recuerdo y sigo pensando...
en tus besos, tus lunares y en lo mucho que te extraño.
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