"Está mal."
¿Qué está mal? Será tal vez que nos necesitemos como al mismo aire.
O no, puede que tenga que ver con la fuerza eclipsante que amenaza nuestros corazones...
¿Por qué está mal? No voy a lastimarte.
No me vas a lastimar.
A estas alturas no se puede deshacer lo que está hecho. Ya no. Demasiados besos, canciones, escondidas, juegos inocentes y algún que otro encuentro furtivo en el sillón.
No se me hace posible borrarte, calaste hondo en mis huesos, marcaste mi piel con tus manos... y eso no es algo que pueda olvidar.
"Está mal".
¿Cómo puede importarme cuando no puedo pensar más que en este deseo insufrible que me empuja hacia vos?
Si empezamos el juego es prudente terminarlo. Voy a perder, bien que lo se, pero me encanta la idea. Todo es perfecto si jugas conmigo. Aunque sea imprudente. Aunque lo pienses prohibido. Nos atrae. Mucho más no queda por decir.
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