miércoles, 30 de junio de 2010

¿Demasiado es mucho?

   Un roce travieso me hace cosquillas en los hombros, me doy vuelta y resulto omnubilada por dos ojos color miel. Sonrío, primero tímida y luego con esa pícara sonrisa que tanto te gusta.
   Como una niña impaciente echo mis brazos alrededor de tu cuello. Busco ansiosa tus labios. Y en mi búsqueda me encuentro con tu mentón, donde extiendo mi dulzura mientras suspiras canciones.
Siento como en este juego tenes las de ganar. Tu boca en la mía y dejo de pensar...
   Cierro con fuerza los ojos, me concentro en respirar, susurro un te quiero... sí, creo que fue un te quiero. Tengo muchas cosas que decirte, pero estoy demasiado perdida, no hay forma de que me pueda encontrar.
   Lo único que puedo sentir es tu tibieza, y ese extraño y adictivo sabor a miel y jazmín. Nada más. Es bochornoso, pero así de cautivada estoy. Creo que me gustas demasiado. ¿Será mucho demasiado?

No hay comentarios: