El error, creo, es pensar tanto. Porque esto viene de días y días de maquinaciones y terapias de almohada. Acá las cosas perdieron el equilibrio hace rato, y todavía no encontré la razón (si es que la hay). ¿Habrá sido que mentí, que dije que no quería nada? ¿Habrá sido porque lastimé, sin querer y a propósito, cuando me salió el egoísmo de adentro? Tal vez sea la combinación de una serie de eventos desafortunados, cosas que se dijeron u omitieron, cosas mal dichas, pronunciadas, gritadas tan despacio que nadie escuchó.
Y ahora él ya no sonríe para mí, y está bien, o no está bien nada, pero esa es la realidad. No me quejo, no reclamo, no pido más de lo que dio. Y él sigue pensando en las reglas del juego, ese que terminó hace rato cuando un abrazo me desarmó.
Pido tregua, pido sacarme las dudas, pido verte, pido "desde el principio".
2 comentarios:
pido "desde el principio".
Quiero esa formula mágica que puede llevarnos a ese punto, a ese "principio"... Si la encuentras, Bárbara, avisame!!!!
Dale :)
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