y la noche sea asquerosamente fría,
cuando se dejen convencer
(de una vez) por el cuerpo
por las ganas.
Se dirán te quiero a los gritos
una, cinco, veintitrés mil veces
hasta cansarse,
hasta dormirse sin sueños.
Y serán lo que siempre quisieron
y temieron ser,
dos en uno
el encuentro furtivo
la cama deshecha
la espera
el reencuentro
la nostalgia de los veinte
el dolor del beso
amor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario