viernes, 31 de diciembre de 2010

No, yo te quiero más.

   Veía sin ver, caminaba por inercia y lloraba de pura amargura. Le gritaba al cielo palabras borrosas, que se deshacían por la lluvia de sus lágrimas. Al principio, él le contestaba con tímidas gotas, pero luego, cuando los reclamos aumentaron de tono, ordenó a las nubes descargarse con rabia.
   Su ropa mojada le pesaba, pero no tanto como los recuerdos que la fastidiaban. Por alguna razón, su subconsciente más consciente se había complotado con sus ojos, y tras sus párpados, sólo podía ver aquel gesto duro que tanto la lastimó.
   Se sacudió, como intentando desprenderse de esa imagen odiosa, pero no lo consiguió. Ya era imposible distinguir si estaba empapada de lágrimas o de lluvia. Se rió de su torpeza.
  "Acabó". No llegaba a comprender cómo podía dejarse el cuento apenas empezado. Algo hizo crack, de seguro fue su corazón...
   Apenas pudo volver a respirar, salió corriendo de la habitación que de pronto se había vuelto fría y asfixiante. Lo dejó con esas putrefactas palabras saliendo de su boca, "yo...no te quiero más". Intentó no pensarlas, pero con cada paso, más y más se asentaban en su memoria.
  Lluvia y llanto. Mala combinación. El cielo lanzó un grito, que eclipsó con ganas un suspiro de muerte.

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