Nunca estoy preparada con vos. Tu mirada es siempre motivo suficiente para sacarme de combate. Sos algo así como mi debilidad, una muy fuerte debo decir. Cuando estas cerca pierdo el monopolio de mis pensamientos, me pongo torpe y acelerada. Te miro y sonrío, nunca puedo ocultar lo ansiosa que me haces sentir.
¿Notas mis escalofríos cuando me tocas? No es fácil para mí disimular. Son tantas las sensaciones que tengo que contener. Si tu piel entra en contacto con la mía el pulso se me dispara, el corazón hace un estruendo bochornoso y mis labios se despiertan anhelantes.
Tenerte cerca implica ponerme en riesgo. Quedo en tus manos, me vuelvo tan vulnerable que me asusta. Pero debo confesar cuanto me atrae el vértigo que me generas. Sos droga, sustancia letal y adictiva que corroe mi sistema. No puedo dejarte, no puedo vencerte.
No estoy preparada para estar con vos, pero mucho menos para estar sin vos. No se que debemos hacer, pero estoy segura de lo que no me puedo permitir... perderte.
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