Lo que importa es que me mires.
Lo que importa es abrir los ojos y descubrirte ahí,
tranquilo, confiado, todavía con los sueños
encima, contándome qué lindos fueron,
qué locos, qué reales, qué fuertes.
Lo que importa es que sonrías,
que siempre sonrías,
que seas lo más brillante que tengo.
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