¿Por qué negarse la oportunidad, el changüí , por qué salir corriendo si se puede estirar la noche una y otra vez?
Gritemos lo que pensamos, lo que sentimos, lo que creemos sentir.
No nos aguantemos nada, porque las ganas son caprichosas y se comen la conciencia, y es mejor darles un poco de razón para que no te desquicien.
Hagamos de cuenta que hoy no importa nada y nos decimos las cosas que siempre quisimos decir, y terminamos donde siempre quisimos empezar...
Yo adentro tuyo olvidándome de respirar,
vos adentro mío con la ansiedad de siempre.
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