Sí, todavía nos b(g)usc(t)amos y lastimamos las teclas en mails con sabor a despedida. Y me preocupa, claro, no poder decir por qué ni cuánto tiempo más va a durar. Creo simplemente que ninguno de los dos piensa en eso y sigue, religiosamente, haciendo lo que quiere.
Ojalá fuera voluntariosa y mantuviera la bendita distancia. Pero no soy dramática ni determinante, y este juego de tire y afloje me encanta. Je ne sais pas why, tal vez ni razón existe más que la simple razón de pensar seguidito en vos.
Te venís, te arrimás, me dejás cerca, me abrazás, te mirás en mis ojos y buscas lo que no digo. Que nos extraño cuando todo era menos complicado, que me encanta cuando decís "sos toda linda" y se me para el corazón ( alguien debería tomarse el trabajo de ver mi pulso en ese momento), que no sé qué hacer con vos.
No adivinas y te quedas callado, apoyas la cabeza en mis piernas. Miro el techo, miro el jueves que se nos viene encima y casi que puedo leer el próximo mensaje. "Te quiero, sí, pero no sé"... me encantaría algún día saber lo que no sabés y llenar con besos esa laguna de conocimiento. Mientras tanto me quedo así, pensativa, esperando que me aplastes contra la almohada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario