miércoles, 28 de marzo de 2012

Del frío...

Narices rojas y manos calientes
anestesiadas
hechas caricias
hechas premio a la soledad,
remedio infalible
                    adictivo.
Las sábanas que cantan
y vos y tu sonrisa
y yo con la mirada perdida en tu espalda,
contando lunares
haciendo dibujos
imaginando mis uñas enterradas en tu piel.
El grito bajito
el susurro que nos despierta
las cosas que nos hacen felices sobre la almohada...
Y me comes el cuello
las caderas
las ganas que me llegan a los pies,
hasta que las manos se duermen
y el sopor se lleva el frío.





domingo, 25 de marzo de 2012

Change

  Es ley que las cosas cambian y 
que estamos para vivir los cambios.

  Lo que apenas era un eco, un murmullo en la almohada, hoy es el grito más fuerte que jamás escuché. Y las palabras se me pegan en la cara, en las manos, en la boca del estómago. Todo lo que fui se regenera, gira cual satélite hasta completar el ciclo, se vuelve el opuesto mejor entre tanto caos que una vez me consumió.
  Nos leo desde la distancia, tirada en la cama con lo ojos cerrados y la memoria que crece y crece. Que adquiere un tamaño inverosímil y me acribilla con imágenes. Tan lindas, tan nuestras. Por qué será que lo pasado tiene el color de las buenas historias. Por qué tendremos esa costumbre fortuita de buscar la repetición, como si fuera posible que la noche esté igual de fresca, y vos con tu campera, y yo temblando, y vos agarrándome de la mano, y yo mirándote como una tarada, y vos acercándote, y yo dejando que me estampes contra la pared.
   Qué lindo pensarte, quiero que lo sepas. Qué lindo que todo cambie y me acerque, si se puede, todavía más a vos. En cámara lenta, como una ráfaga, soltando cualquier nosenoestoysegura. Qué lindo sos.
   
  

sábado, 17 de marzo de 2012

De otoño

Calor en los ojos, en las manos, en la espalda
puntadas deliciosas (como agujas, como estrellas) que nos hacen tambalear.
Caemos... uno sobre el otro,
primero yo
            después vos
                        después vos
                                     de nuevo yo.
Se estira el partido y nadie se ahoga,
gritamos soledades humilladas a besos
"el mejor exorcismo es con sexo" dijiste, y te creí (y te aprendí).
Me duele la piel
el lunar escondido en el cuello
la caricia que hoy me sobró.


         No me sueltes.
             No me dejes.
El otoño está cerca,
vigilante,
y espera su momento.
         Quedate conmigo, darling.
Tu soledad me hace mucho bien.

domingo, 11 de marzo de 2012

De lo viejo

   Sí, todavía nos b(g)usc(t)amos y lastimamos las teclas en mails con sabor a despedida. Y me preocupa, claro, no poder decir por qué ni cuánto tiempo más va a durar. Creo simplemente que ninguno de los dos piensa en eso y sigue, religiosamente, haciendo lo que quiere.
   Ojalá fuera voluntariosa y mantuviera la bendita distancia. Pero no soy dramática ni determinante, y este juego de tire y afloje me encanta. Je ne sais pas why, tal vez ni razón existe más que la simple razón de pensar seguidito en vos.
    Te venís, te arrimás, me dejás cerca, me abrazás, te mirás en mis ojos y buscas lo que no digo. Que nos extraño cuando todo era menos complicado, que me encanta cuando decís "sos toda linda" y se me para el corazón ( alguien debería tomarse el trabajo de ver mi pulso en ese momento), que no sé qué hacer con vos.
   No adivinas y te quedas callado, apoyas la cabeza en mis piernas. Miro el techo, miro el jueves que se nos viene encima y casi que puedo leer el próximo mensaje. "Te quiero, sí, pero no sé"... me encantaría algún día saber lo que no sabés y llenar con besos esa laguna de conocimiento. Mientras tanto me quedo así, pensativa, esperando que me aplastes contra la almohada.
       

martes, 6 de marzo de 2012

Sun

  Decís linda, decís yo más. Nunca entendí, hasta ahora, el valor real de las palabras, ni dije tan convencida lo que sentía. Me confundí muchas veces y lloré de tonta nomas, con la falsa creencia de que todo se terminaba para siempre jamás. Sí, tengo tendencia a ser exagerada...
  Pero ahora voy sumando besos, incluso cada tanto -para entretenerme- pienso en cuántos caben en una mano. Muchos, muchísimos. Porque nunca alcanzan y siempre pido otro, caprichosa, colgada de tu espalda. Y vos te reís de mi imprudencia, de mis hormonas, de los veinte que parecen diez.
  Es cuasi mágico saberte del otro lado, con esa sonrisa que vale lo que no tengo, queriendo estar conmigo igual que yo. A veces adivino lo que vas a decir, porque es algo que yo estaba esperando que dijeras, y me río de tus chistes malos y esa manía tan linda de querer verme feliz. Lo estoy.
   De vez en cuando me quedo mirándote, callada, y no te lo podés creer. En esos breves minutos de paz, pienso en la existencia del destino, en como decidí buscarte, en lo determinante del primer beso, en tu abrazo que me devolvió el alma al cuerpo. Antes andaba vagando por ahí, un poco golpeada y solitaria, y no tenía intenciones de volver conmigo y mi nostalgia. Pero fue un remedio infalible sentirte tan cerquita, con tu olor a verano y el calor que irradias sin darte cuenta. Sos un sol, mi sol personal.