
Lo muerdo y lo desarmo en mi boca. Con su textura suave y dulce sabor alborota mi lengua, despierta mis sentidos, me provoca una sonrisa. Con tremenda satisfacción, le doy otra mordida. Siento como se extiende cálido y delicado. Se bambolea de un lado a otro jugando con mis papilas. Poco a poco se funde. Luego, sin que nada pueda hacer para evitarlo, dejo que se pierda en mi lengua. Baja despacio, manteniendo la dulzura y calidez. Percibo cómo el sabor se impregna, imposible de quitarse. Trago saliva. El aroma me persigue mientras ansío tener otro chocolate en mi mano.
*Textos I, descripción de la sensación que se tiene al comer un chocolate
No hay comentarios:
Publicar un comentario