sábado, 27 de marzo de 2010

Un beso


Yo no esperaba nada, pero me diste todo.
Cuando tu boca se encontró con mis labios
temí que no pudiera tolerar ese encuentro,
tan anhelado, tan postergado, tan letal.
Por un momento creí
que me olvidaría incluso de respirar.

Ahí estabas vos, sosteniéndome,
apretándome con dulzura.
Te sentía inmensamente cerca,
pero no lo suficiente.
Tus latidos rebotaban en mi piel,
todo se desvanecía,
menos la sensación
de que con vos me fundía.

Creí que iba a estallarme el corazón.
Tu contacto fue más de lo que esperaba,
acabó con mi juicio,
me dejó sin aliento
y anuló cada uno de mis pensamientos.

Cuando te alejaste quedé temblorosa,
mis labios ya te extrañaban.
No sabía qué decir,
ni siquiera en dónde estaba.
La sensación fue tan intensa
que me dejó obnubilada.
De este mundo, de este tiempo
quedé por completo apartada.

Debe ser amor,
no puede se otra cosa.
Un beso y me volví loca.
Un beso y me di por vencida.
Un beso y entendí que vos
tenes que estar en mi vida.

No hay comentarios: