sábado, 7 de septiembre de 2013

Una serie de hechos afortunados

Fuerte, bien fuerte, agarrame
que sopla el viento
y la lluvia y los temblores,
que la espalda se curva y la harina se vuela
lejos, bien lejos,
hasta el balcón
y sigue por la vereda, por la avenida,
por mi cabeza y hasta los zapatos.
Suave, bien suave, llevame
hasta la mesa y la cama,
la bañera con sales y el piso desnudo,
recién barrido, recién mojado,
enharinado y grumoso
llevame.
Con besos, con voces, de a veces
de golpe, de ahora hasta siempre,
de cadencias eternas, amame.


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