Siempre estás tras bambalinas,
esperándome con el corazón en la mano.
No lo merezco
Mil veces te pedí que me olvides,
pero sos terco.
Y ahora tu dolor es mi dolor,
y no amarte es mi amargura.
Lloro sin poder prometerte nada,
agobiada por tu angustia.
Sé que sufrís y no lo tolero.
Quisiera tanto ser lo que esperás,
quisiera tanto que fueses a quien ame,
pero esos deseos
en deseos se quedan.

